EL CROCHÉ ES PARTE DE LA CULTURA DEL PUEBLO ISLEÑO.
Muchos aprendieron a elaborar productos de crochet en las escuelas, otros lo aprendieron en sus hogares.
Roatán.
Son muchos los productos que pueden elaborarse del croché, desde centros de mesas hasta bellos vestidos, dependiendo la creatividad e imaginación que tenga cada persona.

En la época de 1980-1990, las escuelas en el departamento de Islas de la Bahía, enseñaban a los alumnos como confeccionar productos a base del croché, muchos lograron aprender la técnica y de esa forma hicieron una forma para ganarse la vida de forma honrada.
Otras personas aprendieron el arte del croché, como una técnica pasada de generación a generación, es decir que fue aprendido de abuela a hija y luego llegó hasta la nieta y así sucesivamente.

Abordamos a una isleña que durante sus ratos libres se dedica a elaborar diferentes artículos a base del croché, nos referimos a la reconocida odontóloga Suseth Welcome, quien disfruta al elaborar sus productos, “ creo que el croché es un arte, que fue enseñado por nuestras generaciones pasadas, incluso muchas de nosotros lo aprendimos en la escuela, pero hay que reconocer que al que le gusta este tipo de arte se va perfeccionando mediante libros que ahora es muy raro encontrar pero que buscando se encuentra”.

“Durante mis ratos libres, siempre estoy elaborando prendas de croché, gracias a Dios tengo muchas personas que siempre buscan que les elabore algo y eso pues es un ingreso adicional que hacemos, máxime en estos días que la economía esta tan difícil” apuntó Welcome mientras elaboraba un centro de mesa.

Sobre el valor del producto en el mercado, Welcome manifestó que, “es importante que la población tenga en mente, que es un producto que requiere de tiempo y de muchos materiales, es por eso que al final el producto pareciera ser elevado, pero las personas que conocen el procedimiento para elaborar una prenda de croché lo compran sin ningún problema”.
El proceso para elaborar una prenda de croché se comienza sujetando el hilo con una mano mientras la que sostiene el ganchillo hace un lazo pasando el hilo a través de un primer nudo corredizo, esto se repite hasta formar una cadeneta de la longitud deseada. Este simple proceso sirve de base para diversos tipos, como el punto de cadeneta, punto bajo, punto falso, punto medio, punto alto, en círculo, etc.
Valoremos el producto del artesano isleño, compremos lo hecho por manos de nuestros vecinos, de esa forma promovemos nuestros productos, pero también somos generadores de ingresos económicos.