LA LECTURA EN LOS NIÑOS, UN HÁBITO DE CULTURA.
En nuestra nota cultural, hoy le presentamos la importancia de la lectura en nuestros infantes, hábito que consideramos debe inculcarse a muy temprana edad.
West End, Roatán.
Desde que son pequeños es imprescindible fomentar en nuestros hijos el amor por la lectura, una lectura que ayude a fomentar su desarrollo intelectual.
Una tarea que a veces no resulta nada fácil, debido a la gran avalancha de otras actividades de ocio tecnológico que puedan gustarles más.

Sin embargo, es fundamental concienciarnos de los beneficios que tendrá para el futuro de los niños, el hecho que desde que aprenden a leer, comiencen a saber a disfrutar y divertirse con un buen libro y fomenten así este provechoso hábito.
Leer aporta grandes beneficios a todas las personas independientemente de su edad, por este motivo es muy importante que desde que son pequeños y comienzan a aprender a leer, intentemos inculcar en ellos el hábito, deseo y pasión por la lectura, ya que además conseguiremos que se familiaricen con el lenguaje más rápidamente.
Leer un libro ayuda a que los niños estimulen su imaginación y su creatividad, haciendo que sientan más interés por las cosas que le rodean y aumenten su cultura.

Asimismo, el hecho que diariamente lean unas páginas de un libro o un cuento adecuado para su edad, hará que mejore su vocabulario, aprendiendo nuevas palabras y desarrollen su agilidad mental.
No obstante para concientizar a su hijo, es imprescindible que en casa vea que los mayores también leen, así que si usted no es un gran lector es un buen momento para iniciar el hábito de la lectura y que pueda comenzar a disfrutar del placer de leer.
Al igual que pasa con los mayores, para conseguir que los niños se habitúen a leer y comience a gustarles, es necesario encontrar un libro que les llame la atención.
Se debe escoger libros adecuados a su edad, pero hay que tener en cuenta los gustos y aficiones de cada pequeño, porque no todos los infantes sentirán interés en el mismo tema.
Es importante acostumbrar al niño a leer todas las noches unas lecturas de su agrado, motivándolo pero nunca haciendo que lo sienta como una obligación.
Una rutina que comienza incluso antes que aprenda a leer, es la que el padre de familia inicie a leerle algunos cuentos, para que desde niño empiece a sentir interés por la lectura.
